De vez en cuando es habitual ver que alguno de los logos que utilizan los proyectos de software libre son plagiados o asociados a marcas comerciales que nada tienen que ver con la comunidad.
En Debian parece que han tomado conciencia de ello y ayer Lucas Nussbaum, el lider del proyecto anunciaba que habían registrado el logo de Debian como marca comercial.
Para llevar a cabo este proceso el equipo de Debian contó con el asesoramiento del Software Freedom Law Center (SFLC), una organización que provee de forma desinteresada asesoramiento legal a los proyectos de software libre en temas como derechos de autor, patentes, marcas comerciales, proporcionando una estructura jurídica que les protega de reclamaciones de terceros.
La descripción de la patente es la siguiente:
La marca consiste en una espiral formada con el estilo de una pincelada con la palabra DEBIAN escrita a continuación.
Como curiosidad comentaros que esta imagen fue utilizada por primera vez en en junio de 1999 en una conferencia de la Linux Tag, considerada como la exposición más grande sobre software libre que tiene lugar en Europa y que se viene celebrando anualmente desde el año 1996 en Alemania.
En el el registro además de declarar que no se especifica ningún color como específico de la marca, se la engloba en sistemas operativos de ordenadores o programas de utilidad para computadoras.
Ya era hora.
Romancero Linuxero: Debian vs Ubuntu – DistroWatch 2013
https://www.youtube.com/watch?v=yekyA9pML6U
Todo pasa, nada queda,
porque lo nuestro es pasar,
pasar haciendo camino,
caminando en la espiral.
Debian se llamaba ella,
muy joven comienza a andar,
el amor le llega pronto,
igual la maternidad.
De la madre nacen hijos,
los hijos aprenden a andar,
cuando los hijos son grandes,
no miran ni para atrás.
La madre traga saliva,
prefiere no molestar,
el hijo se va de casa,
su orgullo le puede más.
La madre que pierde un hijo,
se queda con los demás,
Ubuntu lleva por nombre,
y su destino es triunfar.
Ubuntu consigue fama,
éxito a nivel mundial,
borrando tras si las huellas,
que no quiere recordar.
Pasa el tiempo, y la fama…
lo sube en un pedestal,
donde asienta su reinado,
el mejor de Distro Watch.
Los años pasan, madura,
un hijo que llegará,
envuelto en hojas de menta,
la historia repetirá.
Linux Mint se llama el hijo,
que lo va a doblegar,
le quita el número uno,
Ubuntu ya está detrás.
Furioso, Ubuntu arremete,
quieto no se va a quedar,
se viste su propio traje,
se asienta en la Unidad.
La Unidad no causa efecto,
y desune mucho más,
Ubuntu vaga sin rumbo,
planeando remontar.
La suerte no le acompaña,
sus fieles tristes están,
Ubuntu les pide ayuda,
la ayuda no llegará.
Malos tiempos, días grises,
crisis a nivel mundial,
Ubuntu llora de rabia,
no se quiere resignar.
Y mientras tanto la madre,
no paró de caminar,
paso lento, paso firme,
se le vuelve a acercar.
En este año presente,
si miramos Distro Watch,
vemos a Debian segunda,
Ubuntu ya queda atrás.
Una madre es una madre,
la cual hay que respetar,
si la codicia te pudo,
sus efectos pagarás.
El poeta del deb ha vuelto 🙂
que bueno :O
Pingback: Debian registra su logo como marca comercial
Qué gran poema!
Me alegro que lo hayan registrado. Ya te encontrabas el símbolo en cualquier parte.
y ahora con que cara se sigue haciendo iceweasel ?
No dudo de la utilidad de esto, pero no me gusta. Prefería que se ponga en cualquier parte antes que se case con la injusticia de la legalidad.
Creo que el tiempo siempre acaba poniendo las cosas en su lugar, pero es necesario recordar…
En su momento, Firefox puso a Debian entre la espada y la pared. Obligando a Debian o, a acogerse a sus términos o dejar de utilizar su nombre.
Una decisión que así, en frío, suponía un giro importante para la distribución. Vale que optaron por otro camino, en ese momento se considero lo mejor. Pero eso no significa que no se puedan producir cambios, todo evoluciona y las necesidades cambian.
Creo que han elegido el mejor camino, y no me parece bien que se aproveche cualquier oportunidad para «machacar». En ese sentido, somos nuestro peor enemigo, me parece que un cambio de mentalidad seguido de un cambio de actitud, nos vendría al dedo.
Saludos.
Según mi limitada experiencia como usuario de Mint, todo lo que es compatible en Ubuntu lo es en aquél, y viceversa.
Las principales diferencias son el escritorio (más tradicional en Mint), el navegador de archivos (un clon de Nautilus pero con más funcionalidades), el Centro de Software (basado en el de Ubuntu pero sin incitaciones comerciales) y un actualizador de sistema que te permite in situ rechazar algunas actualizaciones con las que uno no podría estar de acuerdo.
Aparte de una estética muy cuidada.
Perdón por mi nueva intervención, pero después de leer mi comentario me di cuenta que podría ser mal interpretado. En ese sentido, hablo en términos generales, no por lo que aquí se dice.