Se ha publicado una nueva edición del escritorio de KDE, con interesantes novedades tanto a nivel funcional como estético y el retorno de alguna característica perdida en ediciones anteriores.
Empezando por lo último y tal como veis en la imagen que abre el post, vuelve el menú global en las aplicaciones –algo en lo que KDE fue pionero– permitiendo elegir entre este o el clásico acceso al menú desde la ventana de la aplicación, en este caso mediante un botón o la tradicional barra.
Si queremos probar dicha función lo podemos hacer en la siguiente ruta: preferencias del sistema > widget syle. En ese punto seleccionamos la pestaña Fine Tuning y en el desplegable de Menubar style seleccionamos Application Menu Widget. A todo esto… es necesario activar previamente dicho widget en el panel correspondiente.
En general la palabra más repetida en esta liberación es «productividad» y de ello tiene buena culpa el nuevo esquema de notificaciones con vista previa interactiva que facilita el copiar o arrastrar elementos entre ventanas.
Lo vemos con Spectacle, una de esas herramientas al lado de la cual palidecen sus equivalentes en otros escritorios, no solo por sus avanzadas funciones sino por lo bien que se integra. Ahora es posible «arrastrar y soltar» a otras aplicaciones (la ventana de un gestor de correo como Kmail o un cliente de chat tipo Telegram, por poner un par de ejemplos) el archivo resultante tras una captura realizada con los atajos de teclado predeterminados (Shift+Print Scr).
Una novedad que me gusta mucho es la posibilidad de silenciar aplicaciones directamente desde la barra de tareas, de un modo similar a como lo hacen navegadores como Firefox y Chrome, pinchando en el icono de sonido.
La capacidad de personalización también se mejora, facilitándose la descarga de los extras necesarios por parte de la KDE Store (esquemas de colores y temas de Plasma) y añadiéndose una nueva herramienta que facilita la creación de nuevos temas y su publicación posterior.
Al tiempo se embellece el diseño de las barras de desplazamiento de Breeze, haciéndolas más compactas.
Otras novedades tiene como protagonista a la tecla META –ahora permite cambiar entre aplicaciones utilizando como atajo la combinación META + NÚMERO–, Kunner (muestra «ejecutar en terminal» y «abrir carpeta que lo contiene «en los resultados de búsqueda de las aplicaciones), el nuevo módulo de configuración de red, mejoras en la personalización de los widgets y su implementación en el escritorio con nuevo diálogo de opciones.
En este vídeo de los desarrolladores de KDE podéis ver todas esas novedades:
Y si queréis probar –right now– esta edición de Plasma 5.9 distros como KaOS, openSUSE Tumbleweed, Arch Linux (la última vez que miré andaba por testing) o KDE Neon suelen ser una buena opción.
mejorando día a día!! 🙂
Genial! Cómo se pueda guardar toda la configuración del escritorio en un archivo y pasarlo a otros ordenadores o tenerlo como copia de seguridad en un archivo, sería la ostia!
¿La configuración y todo eso no queda en los dotfiles?
KDE es el escritorio más productivo del mundo open/free source. No le acompaña la estética y por eso que gnome se mantiene aún en pie (es hermoso pero no productivo). KDE es la chica productiva y hermosa a punta de cirugía plástica pero que igual se les nota las fallas propias de la cirugía mientras que Gnome es la mujer hermosa y natural, pero con un bajo nivel de productividad.
P.D. : Uso cinnamon actualmente, tengo ganas de volver a KDE pero las veces que lo he instalado no dura más de dos horas y por los cambios en Cinnamon creo que le daré la oportunidad a Budgie.
Para gustos colores, como dicen. A mí me parece de lo más estético. Pero bueno, coincidimos en lo de productividad.
Saludos.
¿KDE fue pionero en lo del menú global? ¿Sólo en Linux o incluso antes de MacOS?
No te sabría decir pero en KDE 1.x ya existía.
https://www.kde.org/screenshots/kde1shots3.php
Pero lo que es curioso es que en aquella época (hablamos de finales del siglo pasado) ya había gente que decía que eso de los menús globales es algo anticuado que no tiene sentido en los sistemas modernos donde tienes varias aplicaciones abiertas a la vez y no maximizadas…
Claro también había gente que pensaba todo lo contrario y que de esa manera se aprovechaba mejor el espacio.
En fin yo no los uso, pero siempre está bien tener más posibilidades.
He estado trasteando con el Plasma 5.9 y no le acabo de coger el tranquillo a los menús globales. Creo que debo de ser de los que les resultan incómodos por trabajar a menudo con varias aplicaciones abiertas sin maximizar… Pero, como muy bien dices, toda alternativa siempre es bienvenida, claro que sí. De todas formas, y a no ser que se tenga un escritorio KDE «puro», parece que la experiencia no va a ser tan global al final, pues no funcionan con aplicaciones como Gimp, LibreOffice, Inkscape… o al menos yo no he conseguido hacerlos funcionar ahí. No sé, tal vez la gente de KDE se ha apresurado a anunciar a bombo y platillo esta funcionalidad, si es que no está del todo lograda; y es una pena, porque Plasma va cada vez más fino. Un saludo.