Mientras el desarrollo del kernel es apasionante, su ciclo de lanzamientos no puede ser más rutinario: sale una versión estable del núcleo, se abre una ventana de tiempo para la introducción de nuevas características y una vez que el zar de Linux las aprueba, un par de semanas después debuta una primera versión candidata. Con el tiempo crece en nuevas ediciones, hasta que se convierte en estable.
Pero a Linus en el fondo no le gusta ser tan previsible y la casualidad –que diría Ignatius Farray— es que el Linux 4.17 RC1 presentado ayer, ha batido un nuevo récord: el de mas de seis millones de objetos en Git, el sistema de control de versiones donde se forja el kernel.
Una buena razón dice Torvalds para llamar al próximo kernel 5.0.
we’ve passed the six million git objects mark, and that is reason enough to call the next kernel 5.0. Except I probably won’t, because I don’t want to be too predictable. The version numbers are meaningless, which should mean that they don’t even follow silly numerological rules – even if v3.0 and v4.0 happened to be at the 2M and 4M mark respectively.
But v5.0 will happen some day. And it should be meaningless. You have been warned.
Umm… quizás no, las runas lo dirán. De todas maneras y aunque juega al despiste, hemos sido advertidos. Como comenta Linus las versiones del kernel van más allá de las reglas numéricas, pero lo cierto es que no le gusta estirar demasiado la duración de las diferentes ramas (más allá de 4.20 es improbable).
Los saltos entre las mismas no se deben a la introducción de grandes cambios, sino más bien a la superación de determinados hitos, como los mencionados récords en Git.
Nos apunta el bueno de Linus que en la próxima versión del kernel se van a deshacer de un puñado de arquitecturas (en Linux 4.16 también hicieron limpieza) consideradas obsoletas: blackfin, cris, frv, m32r, metag, mn10300, score y tile. Al tiempo que debuta una nueva llamada nds32 (arquitectura 32-bit RISC diseñada por Andes Technology).
Torvalds también está feliz porque algunas pull requests supusieron un adelgazamiento del núcleo, removiendo más líneas de las que se habían añadido (algo «único en la historia del universo, o por lo menos del kernel»).
Esa eliminación de viejo código, se debe principalmente a la jubilación de drivers (como los del estándar IrDA de comunicación por infrarrojos) o la eliminación de algunos formatos propietarios en favor de SPDX, a la hora de documentar el software.
De las novedades del kernel –a menos que observemos algo excepcional– hablaremos cuando se publique, en unos pocos meses.
Si estáis interesados en seguir su desarrollo de cerca como siempre el mejor lugar es LWN o las listas del kernel. Mientras tanto veremos si la casualidad nos trae pronto a Linux 5.0.
Qué crack, el buenazo de Linus.
Cuando Intel® elimine el «Meltdown» y el «Spectre» podremos sacar el kernel 5.0, de seguro.
Esa referencia a Ignatius 😉
La casualida, que se llama Llinus y el sistema operativo ….. se llama linux. SPONTIAK!!!
Gora Moderdonia askatutá!!
PD: Como se flipa el amigo Torvalds… Waiting for Hurd